6:05 am

Por Haideé Mata. ¿Qué hago yo rumbo al trabajo a las 6:05 de la mañana cuando me la paso corriendo y salgo a las 7:20 AM?

La cama me estorbaba y las sabanas me pesaban; ese despertar apresurado, apretando todos los labios de mi ser sintiendo ese dolor inconfundible.

El aire me faltaba, tenía que caminar...

Al salir, sentía mis labios apretados sólo que ahora hasta apretaba inconcientemente ese lugar que comúnmente es el lugar de mis explosiones orgásmicas.

También él se rebelaba en esta noche, sí noche, porque con el maldito cambio de horario, salir a las 6:00 de la mañana es salir a obscuras y la noche estaba ahí, esperándome.

Comencé a andar, con la pesadez de la razón, con la pesadez de la sensatez.

Tenía las manos metidas en las bolsas del pantalón (qué apretados estaban todos mis labios, todas mis explosiones) dentro de ellas estaban mis llaves en una y una pluma en la otra.

Tuve la necesidad de escribir y no traía papel; miré la noche, miré el firmamento y vi mi gran hoja de papel color azul de noche estrellada.

Comencé a escribir y sólo atinaba a hacer trazos confusos; traté de dibujarte y sólo dibuje mi tristeza, traté de dibujarte y sólo dibujé las razones, los motivos.

Al llegar a mi primer destino y antes de entrar, miré el firmamento, pude ver la luna naciente que estaba acompañada por ese lucero tan brillante que estaba debajo de ella.

...

Recobré mis fuerzas y contemplé esta noche que terminaba y a lo lejos, pude ver el comienzo del nuevo día.