Estando entre el dolor y la amargura;
entre la soledad y el hartazgo,
no hay cordura sólo vanidad.
Pensamientos que muerden el ego,
pensamientos que creen haber pensado,
que creen haber sentido.
Se muerde el orgullo,
se muerde el pensamiento.
Rabia, desolación;
quimeras de encontrar lo que no se ha buscado.
La realidad encarna lo que menos queremos ser
y que es no ser eso que soñamos.
La nada que se vuelve y se revuelve en la miseria de lo increíble
y cuando lo piensas dos veces,
pierdes coraje,
pierdes fuerza.
Te hace manso, tonto,
te hace nada.
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