FRANK EVELIO ARTEAGA: Solo me pregunto quien le dio permiso a la Iglesia Catolica a opinar sobre sus no creyentes, sobre las personas LGBT no catolicas?
¿Quién es la iglesia para atreverse a rechazar mis
derechos?
COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL BOLIVIANA:
"Familia Patrimonio de la Humanidad"
En vísperas del VII Encuentro mundial de la Familia,
que abordará el tema: “La familia: el trabajo y la fiesta”, patrimonio de todos
e institución que humaniza nuestra existencia, los Obispos de Bolivia, reunidos
en nuestra 93ª Asamblea Plenaria, reflexionamos acerca de la importancia
capital de la familia en nuestra sociedad y de las amenazas que se ciernen sobre
ella.
Respecto al proyecto de ley "Unión de
convivencia entre parejas del mismo sexo", recientemente presentado para
su aprobación por la Asamblea Legislativa Plurinacional, expresamos nuestro
rechazo por considerarlo una grave amenaza a la familia, tal como la entiende
la sabiduría de los pueblos originarios, la tradición cultural de nuestra
sociedad y el pensamiento cristiano.
Al observar la naturaleza y el comportamiento humano,
se puede deducir que el matrimonio es una relación única entre un varón y una
mujer. Lo que define esta relación es el hecho de que se trata de una
institución social basada en la complementariedad sexual. Ésta hace posible la
realización de los dos fines equivalentes del matrimonio: el amor mutuo entre
esposos y la procreación de los hijos.
Para nosotros cristianos, mayoría de la población
boliviana, este principio es reafirmado por Dios con el testimonio de la
Sagrada Escritura: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo
creó, varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios con estas palabras: sean
fecundos y multiplíquense” (Gén 1,27-28).
Es esa unión de varón y de mujer, la que fue elevada
por Cristo a la categoría de sacramento (Mc 10,9), como signo de su amor a la
Iglesia (Cfr. Ef 5,22-33).
A partir de estas consideraciones, ratificamos que
ninguna otra relación humana puede adjudicarse la riqueza de la
complementariedad del matrimonio ni puede fundar una familia.
Por eso, dado que el matrimonio es una estructura
social fundamental e insustituible, basada en la naturaleza humana, ni la
Iglesia ni el Estado pueden cambiarla en lo fundamental. En este sentido, el
Estado tiene la obligación de preservar este bien por su insustituible
importancia social, como de hecho afirma nuestra Constitución Política del Estado,
al reconocer el matrimonio únicamente como la unión entre una mujer y un varón
(art. 63).
La unión homosexual y el matrimonio no son formas
igualmente relevantes para el bien común, dada la incapacidad que en sí misma
tiene la unión homosexual para generar vida, asegurar el desarrollo pleno de
los hijos y garantizar la continuidad de la sociedad. La convivencia o
permanencia de niños dentro de estas parejas pone en peligro su normal
desarrollo psicosocial y atenta contra sus derechos.
El hecho de que a la convivencia homosexual no se le
reconozca categoría de matrimonio, no implica marginación ni exclusión hacia
estas personas. Los derechos civiles de los homosexuales, deben ser regulados
por el derecho común, como los de cualquier ciudadano. Todo ser humano, al ser
Hijo de Dios, merece ser reconocido y respetado en su dignidad y derechos
fundamentales.
Exhortamos a toda la población boliviana a defender
los principios y valores del matrimonio y la familia como instituciones que, a
través de la convivencia armónica y de la procreación y educación de los hijos,
favorecen la verdadera felicidad humana y contribuyen a la estabilidad y
continuidad de la sociedad.
Que la Familia de Nazaret, sea el modelo de nuestras
familias, en la comunión de amor, en la belleza simple y austera y en el
carácter sagrado e inviolable.
Secretaría General de la Conferencia Episcopal
Boliviana
La Paz, 23 de mayo de 2012