Las más de doscientos personas de todo tipo de agrupaciones e independientes fuimos incapaces de pensar un plan B ya que habíamos arrancado del Distrito federal seguras de entregar los alimentos en S J Copala, nos paramos a dialogar con la policía en lugar de no detenernos, finalmente mostramos al mundo lo dividido que estamos cuando, de regreso a Huajuapan, nos pusimos a pelar entre nosotras (en realidad los chavos y hombres: las pocas feministas autónomas y Lesbianas Feministas no peleamos entre nosotras), pelea que sólo demostró que no sabíamos sobre quién descargar nuestra propia frustración.
Personalmente, esta frustrada expedición humanitaria a la Triqui Baja me sirvió para entender que La Otra Campaña es un movimiento que ya no sabe qué esgrimir, ha servido para dividir las izquierdas desagregando una lucha que debía sostener tres frentes en 2006 (Atenco, AMLO y APPO), aunque no apuntaran a una misma visión política, sino para cambiar el rumbo. En fin, no sirve, desvía la atención y actúa infantilmente.
Piensa en las contradicciones de la Otra campaña: el MULT (que es uno de los dos grupos que rodea a las mujeres y hombres triqui de San Juan Copala y se ha ligado a un extraño partido de izquierda oaxaqueña, el PUP, fundado por el gobernador Carrazco) es parte de la Otra Campaña, pero de sus contradicciones ni Marco ni nadie dice una sola palabra...
Por lo demás, siento que este viaje ha servido para poner aún más en claro el vínculo PRI-UBISORT (la procuradora de Oaxaca nos instaba a dejar los acopios para Copala a los hombres armados o a las mujeres en valla de la UBISORT!!!! ¿Puedes imaginarte un descaro mayor? En México hay un dicho "entregar la iglesia en manos de Lutero", ¿verdad?...) y finalmente para dejar asentado que se trata de un grupo paramilitar, mientras el Municipio Autónomo de Copala es una entidad política. Además me ha mostrado con una eficacia extraordinaria, dado el despliegue de elementos policiacos en todo el recorrido y por encima de colinas y detrás de los árboles, que el gobierno mexicano está jugando un juego muy poco experimentado, y por ende peligroso: ha sacado el ejército de los cuarteles para una lucha de tintes delincuenciales-civiles -el "narcotráfico"- y utiliza a la policía para fingir detener a un grupo paramilitar que es afín a uno de sus gobiernos locales (el de Ulises Ruíz en Oaxaca). Eso es: utiliza a la policía con fines militares.
En fin, no me siento taaaaan derrotada, sólo un poco frustrada.
Francesca
No hay comentarios.:
Publicar un comentario