jueves, 27 de noviembre de 2008

Las navidades de la infancia...

Por A Flor de Piel. Cada uno lleva la esperanza de que cada año las cosas cambien, al menos yo durante mi infancia pensaba que no seria así, cada navidad pensaba en pedir la casa de la barbie, a la barbie, los zapatos de la barbie, los vestidos de la barbie, el coche de la barbie, la camper de la barbie, el novio de la barbie y la madre de la barbie, pero cada año la espera era vana, pues a mi casa no llegaba ese señor llamado santa claus y se nos dejaba en claro que no existía y que quienes nos hacían los obsequios eran mi abuela, mi tía, mi tío, mi madre y mis hermanos.



Esas noches eran muy padres, comíamos de todo, uff que comilona que se armaba, bacalao, romeritos, sidra, y rompope; refrescos, regalos, anécdotas y llanto por parte de los adultos que añoraban a sus seres queridos, esas cosas yo no las entendía entonces pero nunca pregunte nada hasta adulta comprendí de que se trataba, recuerdo la fastidiosa ensalada de navidad, y mi desilusión cada año, por que no llegaba barbie envuelta en una gran caja rosa, que dijera mi nombre y me hiciera brincar de alegría.



Ahora 30 años después, miro hacia atrás y daría lo que fuera por volver a aquellas navidades, donde no había barbies, pero estaban los seres mas importantes de mi vida, presididos por mi abuela, quien dejó una huella tal en mi vida, que aún y con que este ausente para mi esta cada día mas viva que nunca, ella que presionaba a todo mundo por mantener la familia unida, y que la navidad era tan especial pues llegaban sus hijos y sus nietos para compartir un trozo de pan en la mesa, y las risas, y las luces que mi madre traía de USA, para que nosotros las disfrutáramos y mi tía con sus bailes nos hacia divertirnos, todo eso se añora.



Ahora que no esta pienso que las navidades no son las mismas, no hay mas guisos de ella, ni su risa, ni su carita arrugada para poderla sentir cerca, la navidad no es la misma, aunque se intente, no hay mas juguetes como aquella muñeca rubia que me regalo que casi era de mi tamaño, no hay mas jaboncitos de olor en mis zapatos al amanecer de nochebuena, ni mas monedas de 10 pesos o billetes de 100 para comprarme lo que quisiera, no hay mas caricias de mi abuela, y eso si hace mi navidad diferente, pues ella la hacia especial con solo mirarme.

Abuela donde estés no sabes cuánto carajos te extraño. ..............................

3 comentarios:

Lápiz dijo...

Los recuerdos se convierten en huellas al corazòn, en trazos a nuestros dedos y añoranzas al viento de un tiempo del cual sabemos que existiò...

Recordar es dar valor a nuestra vida, ya que muchos sòlo se dedican a existir...

Saludos!

Haideé Mata dijo...

Mujer Fatal:

Cuánta razòn tienes en tus hermosas palabras. A Flor de piel rescata eso que son los recuerdos, mismos que como a ella, nos seguiran por siempre siendo parte de nuestro andar por este mundo, por esta vida.

Saludos bella dama.

Anónimo dijo...

gracias a ambas por lo que comentan, esto lo escribi ya hace algunos años, pero cada navidad vuelve a mi el recuerdo de todo eso, ahora el espiritu navideño no ha podido apoderarse de mi y pienso que es preocupante, me hara falta ilusion? no, no es eso, me hace falta sacudir la pereza... un besazo.

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