Por Haideé Mata
El encantador de serpientes
hipnotiza a sus reptiles
con el sonido de su flauta.
Tú, encantadora de mujeres.
hipnotizas a las féminas
con el sonido de tu voz,
Tú, que con sólo hablar,
seduces mis sentidos,
hechizas mis afectos y
cautivas mis antojos.
Tú, que con el sonido de tu voz
supiste encantarme,
lograste hacer que me quedará estática,
quieta y con la mirada fija en tu boca.
Boca, voz y palabra.
Trinidad por demás sagrada,
irreverente y fantástica.
El encantador de serpientes
deja de serlo cuando
no toca más su flauta.
Tú, encantadora de mujeres,
no dejas de serlo al dejar de hablar.
Muy al contrario, me dejas suspirando
en un letargo de evocación,
esperando volver a escuchar
el sonido de tu voz.
2 comentarios:
Encantar serpientes puede que sea fácil, pero creo que encantar mujeres puede ser un oficio peligroso, esta bella tu poesía, espero que sigas escribiendo así de bien, y cuando tu encantadora de serpientes deje de encantarte escribas versos dulces y alegres, para que los demas nos deleitemos en ellos. ( bueno si no te deja de encantar mejor, por que escribes muy bello.
Jajajaja
Claro A flor de piel, claro que encantar mujeres ha de ser un oficio muy peligroso, pero a algunas se les dá de manera natural.
Gracias por tus comentarios.
Publicar un comentario