Caminando sobre la arena del mar descalza, mis dedos se entierran en ella queriendo atraparla pero se desvanece como los recuerdos.
A lo lejos en el horizonte puedo ver como se pone el sol; ese astro que pareciera de repente ser absorbido por lo inmenso que se ve el mar, así como los recuerdos que son absorbidos por la cotidianidad.
¿Qué sería de nosotras si los recuerdos se desvanecieran o se absorbieran totalmente de nuestra mente?
Creo que no podríamos saber quienes fuimos, en quienes nos convertimos ni podríamos soñar en lo que seremos.
Al pensar en los hermosos recuerdos siempre embozaré una sonrisa aun en la distancia.
Los recuerdos son los que mantienen viva la emoción o quizás la ilusión de un tal vez…
Recordar… ¿te acuerdas?
Y cuando comienzo a recordar me sorprende reconocer que mi andar por esta vida ya es más que un suspiro.
Y así, entre recuerdos, veo la noche estrellada y a lo lejos una estrella fugaz me anima a esperar un nuevo día que se convertirá en un recuerdo, pero mientras tanto… corro sobre la arena del mar, presurosa y llena de energía sabiendo que mañana, mañana será otro día.
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